Preparacionesmedicina artesanales, adaptógenos y mucha magia desde Nuestra Pachamama
Estamos viviendo momentos difíciles en la historia, que nos afecta en todos los ámbitos de nuestra vida: familiar, laboral, social, económico. Nuestra más valiosa arma es la inmunidad.
Según la Medicina Tradicional Ayurveda (MTA), más comúnmente conocida como la Medicina de la vida, la inmunidad es un concepto muy amplio que tiene en consideración la salud del cuerpo físico, del cuerpo emocional y del cuerpo mental.
Podemos asegurarnos la ingesta de nutrientes, de vitaminas, etc pero si nuestra mente por ejemplo es débil, también lo será nuestra inmunidad.
Es imprescindible observar al cuerpo humano como un todo, si, correlacionamos órganos y tejidos, teniendo en cuenta su ambiente de vida, obtendremos el porqué de su comportamiento o de su balance fisiológico en general.
La resistencia natural de cada ser, de cada cuerpo humano y su habilidad para restaurarse serían como un río caudaloso, como un flujo de energía que circula por todo el cuerpo en constante equilibrio.
En Ayurveda no se enfoca el concepto de inmunidad frente a virus, bacterias y agentes patógenos; como tendemos a hacer en occidente. Más bien implica una resistencia a la pérdida de integridad, de coherencia y de coordinación de nuestros doshas (las energías que se manifiestan a nivel corporal y mental, Vata, Pitta y Kapha) y tejidos.
Si sos de las personas que repiten constantemente diversos tipos de desequilibrios, como resfríos, gripes, febrículas, infecciones en vías aéreas o de otras partes del cuerpo, etc y ya consultaste a tu médico de cabecera sin encontrar respuesta, te recomiendo, usar productos directos de la naturaleza.
Si bien, es importante aclarar que, el tan preciado "efecto esperado", va acompañado de muchos factores, estado físico, claridad mental, toma de decisiones. Además, cada ser humano posee su individualidad que lo hará funcionar diferente, frente a cualquier tipo de medicina.
Aquí, te dejo un trío que colabora enormemente con el sistema inmune reforzando su propio equilibrio.
Shiitake, Lentinula Edodes (su nombre científico): Seta adaptógena que, según boletín del Conicet Bahía Blanca, sus propiedades medicinales son numerosas, a saber, antioxidante, antitumoral, antiviral, antibacteriana, hipocolesterolemiante, protector cardiovascular y hepático. Debe enfatizarse que este hongo comparte con otros el interesante rol de estimulador del sistema inmune de las personas que ingieren el fruto o bien extractos de él o de su micelio. En efecto, este hongo posee un polisacárido gigante, un hidrato de carbono especial, denominado Lentinan, y otro polisacárido unido a proteína denominado LEM, ambos con demostrada actividad antitumoral y antiviral. Estas propiedades han sido estudiadas en animales de experimentación y en estudios clínicos humanos.
También se lo conoce con otros nombres: Himematsutake y Xianggu o Hoang-mo.
Orégano, Origanum vulgare : Ha sido investigado científicamente y ha resultado ser uno de los más potentes y efectivos antibióticos conocidos por el hombre. Es natural y seguro. No crea cepas mutantes de las bacterias. Elimina bacterias de todo tipo usando solo una pequeña cantidad. Es también efectivo contra los hongos, parásitos y virus. Puede ser utilizado externa e internamente, no tiene efectos secundarios negativos, y no necesita receta para su venta.
El ingrediente activo: carvacrol, cuando analizado en un laboratorio, ha resultado ser uno de los antisépticos más potentes. Aún en cantidades muy pequeñas, rápidamente elimina una gran variedad de patógenos como bacterias, hongos, parásitos y virus. Una gran ventaja del orégano es que dichos patógenos no pueden crear inmunidad como sucede con medicamentos farmacéuticos, además de eliminar posibles efectos secundarios y la posibilidad de crear mutaciones virulentas en bacterias y hongos. Ha sido probado en estudios científicos como un importante estimulante del sistema inmunológico, comparado con otras poderosas plantas.
Equinácea, Echinacea purpurea y angustifolia: Recientes ensayos clínicos, sobre todo en la prevención y el tratamiento de enfermedades infecciosas virales simples, han demostrado su eficacia como planta inmunomoduladora, capaz de disminuir la gravedad y duración de los síntomas del resfriado común, constituyéndose como una alternativa real en el tratamiento complementario de este tipo de afecciones, con la gran ventaja de su excelente tolerancia.
Precauciones: No administrar durante el embarazo, la lactancia ni a niños pequeños sin supervisión de profesionales.
En el caso de la equinácea, se agrega que teóricamente se debe evitar su asociación con ciclosporina o con corticoides, porque en ambos casos la equinácea puede inhibir parcialmente el efecto inmunosupresor.
También se debe evitar la asociación con amiodarona, metotrexato, ketoconazol o esteroideos anabolizantes, por la posibilidad de que la equinácea pueda potenciar el daño hepático producido por estos fármacos.
En caso de administración de equinácea junto con antidiabéticos orales o insulina, se deberá reajustar sus dosis, por la posibilidad de que la equinácea pueda potenciar los efectos de éstos y llegar a producir una hipoglucemia.
Se advierte finalmente en contra, sobre el uso de equinácea en pacientes con enfermedades autoinmunitarias, como la esclerosis múltiple, el lupus o la artritis reumatoide, así como en tuberculosis o leucemia. Aun así, algunos investigadores no están de acuerdo con esta aseveración y opinan que no existe suficiente evidencia clínica para respaldarla.
Indicación general: 40 gotas/día pudiendo subdividir las tomas en dos, quedando 20 gotas por la mañana y 20 gotas por la tarde, diluidas en un poco de agua. El tratamiento con equinácea no deben exceder de 8 semanas. Esta recomendación no está relacionada con ninguna toxicidad potencial, sino con la posibilidad de que la efectividad de esta planta pudiera disminuir con el paso del tiempo, por lo que sería menos efectiva en tratamientos prolongados. Normalmente se suministra al primer inicio de los síntomas y se continúa por 7 a 14 días.
Almacenamiento: Ideal en un lugar fresco, oscuro y seco para garantizar una eficacia y potencia máxima. Las tinturas almacenadas en ambientes poco ideales, como el congelador o sitios calientes, pierden su eficacia y vida útil con el tiempo. Siempre que se guarden en condiciones óptimas, las tinturas madres de hierbas duran alrededor de tres años.
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Estamos viviendo momentos difíciles en la historia, que nos afecta en todos los ámbitos de nuestra vida: familiar, laboral, social, económico. Nuestra más valiosa arma es la inmunidad.
Según la Medicina Tradicional Ayurveda (MTA), más comúnmente conocida como la Medicina de la vida, la inmunidad es un concepto muy amplio que tiene en consideración la salud del cuerpo físico, del cuerpo emocional y del cuerpo mental.
Podemos asegurarnos la ingesta de nutrientes, de vitaminas, etc pero si nuestra mente por ejemplo es débil, también lo será nuestra inmunidad.
Es imprescindible observar al cuerpo humano como un todo, si, correlacionamos órganos y tejidos, teniendo en cuenta su ambiente de vida, obtendremos el porqué de su comportamiento o de su balance fisiológico en general.
La resistencia natural de cada ser, de cada cuerpo humano y su habilidad para restaurarse serían como un río caudaloso, como un flujo de energía que circula por todo el cuerpo en constante equilibrio.
En Ayurveda no se enfoca el concepto de inmunidad frente a virus, bacterias y agentes patógenos; como tendemos a hacer en occidente. Más bien implica una resistencia a la pérdida de integridad, de coherencia y de coordinación de nuestros doshas (las energías que se manifiestan a nivel corporal y mental, Vata, Pitta y Kapha) y tejidos.
Si sos de las personas que repiten constantemente diversos tipos de desequilibrios, como resfríos, gripes, febrículas, infecciones en vías aéreas o de otras partes del cuerpo, etc y ya consultaste a tu médico de cabecera sin encontrar respuesta, te recomiendo, usar productos directos de la naturaleza.
Si bien, es importante aclarar que, el tan preciado "efecto esperado", va acompañado de muchos factores, estado físico, claridad mental, toma de decisiones. Además, cada ser humano posee su individualidad que lo hará funcionar diferente, frente a cualquier tipo de medicina.
Aquí, te dejo un trío que colabora enormemente con el sistema inmune reforzando su propio equilibrio.
Shiitake, Lentinula Edodes (su nombre científico): Seta adaptógena que, según boletín del Conicet Bahía Blanca, sus propiedades medicinales son numerosas, a saber, antioxidante, antitumoral, antiviral, antibacteriana, hipocolesterolemiante, protector cardiovascular y hepático. Debe enfatizarse que este hongo comparte con otros el interesante rol de estimulador del sistema inmune de las personas que ingieren el fruto o bien extractos de él o de su micelio. En efecto, este hongo posee un polisacárido gigante, un hidrato de carbono especial, denominado Lentinan, y otro polisacárido unido a proteína denominado LEM, ambos con demostrada actividad antitumoral y antiviral. Estas propiedades han sido estudiadas en animales de experimentación y en estudios clínicos humanos.
También se lo conoce con otros nombres: Himematsutake y Xianggu o Hoang-mo.
Orégano, Origanum vulgare : Ha sido investigado científicamente y ha resultado ser uno de los más potentes y efectivos antibióticos conocidos por el hombre. Es natural y seguro. No crea cepas mutantes de las bacterias. Elimina bacterias de todo tipo usando solo una pequeña cantidad. Es también efectivo contra los hongos, parásitos y virus. Puede ser utilizado externa e internamente, no tiene efectos secundarios negativos, y no necesita receta para su venta.
El ingrediente activo: carvacrol, cuando analizado en un laboratorio, ha resultado ser uno de los antisépticos más potentes. Aún en cantidades muy pequeñas, rápidamente elimina una gran variedad de patógenos como bacterias, hongos, parásitos y virus. Una gran ventaja del orégano es que dichos patógenos no pueden crear inmunidad como sucede con medicamentos farmacéuticos, además de eliminar posibles efectos secundarios y la posibilidad de crear mutaciones virulentas en bacterias y hongos. Ha sido probado en estudios científicos como un importante estimulante del sistema inmunológico, comparado con otras poderosas plantas.
Equinácea, Echinacea purpurea y angustifolia: Recientes ensayos clínicos, sobre todo en la prevención y el tratamiento de enfermedades infecciosas virales simples, han demostrado su eficacia como planta inmunomoduladora, capaz de disminuir la gravedad y duración de los síntomas del resfriado común, constituyéndose como una alternativa real en el tratamiento complementario de este tipo de afecciones, con la gran ventaja de su excelente tolerancia.
Precauciones: No administrar durante el embarazo, la lactancia ni a niños pequeños sin supervisión de profesionales.
En el caso de la equinácea, se agrega que teóricamente se debe evitar su asociación con ciclosporina o con corticoides, porque en ambos casos la equinácea puede inhibir parcialmente el efecto inmunosupresor.
También se debe evitar la asociación con amiodarona, metotrexato, ketoconazol o esteroideos anabolizantes, por la posibilidad de que la equinácea pueda potenciar el daño hepático producido por estos fármacos.
En caso de administración de equinácea junto con antidiabéticos orales o insulina, se deberá reajustar sus dosis, por la posibilidad de que la equinácea pueda potenciar los efectos de éstos y llegar a producir una hipoglucemia.
Se advierte finalmente en contra, sobre el uso de equinácea en pacientes con enfermedades autoinmunitarias, como la esclerosis múltiple, el lupus o la artritis reumatoide, así como en tuberculosis o leucemia. Aun así, algunos investigadores no están de acuerdo con esta aseveración y opinan que no existe suficiente evidencia clínica para respaldarla.
Indicación general: 40 gotas/día pudiendo subdividir las tomas en dos, quedando 20 gotas por la mañana y 20 gotas por la tarde, diluidas en un poco de agua. El tratamiento con equinácea no deben exceder de 8 semanas. Esta recomendación no está relacionada con ninguna toxicidad potencial, sino con la posibilidad de que la efectividad de esta planta pudiera disminuir con el paso del tiempo, por lo que sería menos efectiva en tratamientos prolongados. Normalmente se suministra al primer inicio de los síntomas y se continúa por 7 a 14 días.
Almacenamiento: Ideal en un lugar fresco, oscuro y seco para garantizar una eficacia y potencia máxima. Las tinturas almacenadas en ambientes poco ideales, como el congelador o sitios calientes, pierden su eficacia y vida útil con el tiempo. Siempre que se guarden en condiciones óptimas, las tinturas madres de hierbas duran alrededor de tres años.